En una pequeña ciudad, el dueño de un restaurante, que estaba en el stand de atención, observó entrar a un joven a su local. Era más el medio día, justo a la hora de almuerzo.
El joven, después de almorzar, se acerco al stand de atención y pidió permiso al dueño para realizar una llamada, a lo cual el dueño le permitió realizarla.
Mientras el dueño atendía a otros clientes, escucho parte de la conversación del joven durante la llamada:
* Joven: ¡Hola buenas tardes! ¿Es usted el director del colegio ZZZZZZZZ?
* Joven: ¿Sí?... bien!! Había oído que necesitan un profesor de matemáticas..........
* Joven: NO...........
* Joven: Vaya ............ Entiendo, ya tienen uno.
* Joven: Comprendo. Bueno, soy muy dedicado a mi trabajo y doy lo mejor de mí. Y si no están satisfechos con el profesor a cargo yo podría......
* Joven: Ya. Comprendo. Si están satisfechos con su desempeño. Bueno, para otra vez será............
* Joven: Ok. Gracias por su atención. Muy amable y muchas Gracias.
Y colgando el teléfono se dispuso a salir del restaurante. El dueño que sin querer había oído la conversación quiso consolar al joven: "No desesperes ya encontrarás trabajo". A lo que el joven le respondió: "¿Trabajo? ¿Quién busca trabajo?"
El dueño del bar le sonrió y con ternura le respondió: "No debes tener vergüenza por ello". El joven le miró risueño a los ojos, respondió la sonrisa con otra y le dijo: "¡¡Yo soy el profesor de matemática de ese colegio!!. ¡¡Solo quería saber que tal estaba haciendo mi trabajo!!".
"SIGAMOS A DELANTE, QUERIDOS AMIG@S"
DIOS LES BENDIGA
Atte. JC CUBA